Una critica a la televisión BASURA

Una crítica a la televisión basura

El relleno sanitario mental esta al tope

Para nadie suficientemente inteligente es un secreto que en los complejos tiempos modernos la televisión nos miente constantemente, que no es lo que solia ser y que la veracidad de la información en la paradójicamente “sociedad de la información” es una cuestión bastante subjetiva e irreal. Existe una premisa fundamental en la sabiduría humana incluso insertada a muchas cartas magnas del mundo, que “el conocimiento de la norma hace aún más recriminable el castigo por cuanto se sabe lo que otros no”, esto aplicable por ejemplo a las fuerzas armadas y la policía, es por eso que la justicia penal que los rige a ellos es más severa que la civil porque a una persona que representa una fuerza de protección como es el ejército o la policía le es más recriminable su castigo por conocer la ley, por lo que representa, por eso sus crímenes son mucho más repudiables que a un mismo delincuente.

En simple manera, esto se resume en “conocimiento de causa”, en que el conocimiento conlleva una responsabilidad. A diferencia del humano medieval o del de los tiempos romanos el humano moderno aun el más incauto es conocedor de la norma y las leyes y de todo el océano profundo de conocimiento que representa el internet y la modernidad, he citado esto porque es lo que no nos exime de la culpa, lo que nos hace enteramente responsables de la ignorancia, culpables de nuestros propios vicios porque hoy por hoy no hay disculpa alguna para acceder a la verdad, al conocimiento, el mundo moderno con todo y lo que hay que recriminarle tiene la ventaja de darnos una amplia perspectiva.

No es pues ningún secreto entender que los medios de comunicación y aun la misma internet nos mienten todo el tiempo y ni siquiera lo percibimos. A la vieja usanza de los tiempos romanos con pantallas de humo de juegos y violencia típica de esa primitiva y burda sociedad se sigue idiotizando a la gente y engañándola de su auténtica realidad, hoy somos almenos más inteligentes que ellos, tenemos más acceso al conocimiento y aun así a veces parecemos aún peores que ellos. En nuestra sociedad yace aún mas culpa y recriminación, almenos un romano o un medieval no tenía la capacidad de comprender lo que hoy nosotros sí, a ellos se les perdona, pero es inaceptable que hoy la gente siga creyendo como verdad todo lo que una pantalla o un famoso o personaje destacado le diga. Es ya moda en toda la internet que “lo que una universidad prestigiosa mencione en un RECIENTE ESTUDIO” se acepte como verdad, sin siquiera tomarse la molesta de comprobarlo e indagarlo. Si X o Y institución nos dice que esto o lo otro es así, lo aceptamos sin más, sin ponerlo en duda, después de todo internet y la televisión siempre tienen la razón.

La falta de criterio, de sentido común, la carencia de esa inmunidad a la “imbecilitis”, la ausencia en el cerebro de ese componente de la objetividad y la duda nos hace profesionales de lo absurdo, magísteres de lo imbécil y doctores de la ignorancia. Vivimos a imagen y semejanza de los romanos detrás de constantes pantallas de humo que damos por sentadas. Si en internet dicen que consumir limón en la madrugada ayuda al reumatismo, la gente lo acatara. Si X farmacéutica promulga un medicamento efectivo para Y enfermedad, la gente en efecto lo consumirá. Si el noticiero dice que este o el otro es malo, que en cierto lugar está haciendo verano o que hay que vacunarse para una creciente enfermedad, la gente evidentemente lo aceptara. La historia misma y los textos están permeados de mentira, la academia no está exenta de este vicio. Solo cuando estudiamos y nos documentamos y tomamos la tarea de indagar objetivamente sobre cualquier situación, persona, fenómeno o circunstancia podemos quizá no obtener la verdad ya que ésta no yace en manos de nadie, pero si tener un punto de vista más objetivo, un panorama más amplio que el que a modo de visera para caballos que nos limita el rango de visión, quieren imponernos.

Cuando almenos hacemos el intento de leer y tratar de comprender que no todo lo que se dice y se comenta es real, comprendemos realidades nuevas cada día, accedemos a conocimientos y dimensiones que no creíamos posible, siempre que la mente abierta y la aceptación de que simplemente todo es posible y de que debemos dudar de absolutamente todo es uno de los caminos más razonables y aproximables a la verdad, la cual en sí misma como concepto es también subjetiva, y paradójicamente objetiva al mismo tiempo. Cuando nos tomamos la molestia de hacerle un “zoom” a las realidades que percibimos en los medios de comunicación y a la historia misma nos damos cuenta que a veces los villanos no son tan villanos como nos han hecho creer, que los héroes no son tan buenos, que este u otro personaje en particular no era el demonio que nos querían hacer creer y que nada es lo que parece, que muchos carecen del filtro de separar la información basura y la que quizá posea algo de consistencia.

Esto va más allá de una crítica ya que ciertamente la ignorancia en extremo es peligrosa. Centrarnos y radicalizarnos en posturas, CASARNOS CON IDEOLOGIAS y romanticismos ideológicos es quizá lo que a mi juicio respecta lo más peligroso en la condición humana. Cuando radicalizamos nuestras posturas ya sea en lo político, religioso o del orden que sea tendemos a imponernos consiente o inconscientemente sobre la voluntad de los demás a hacerlos pensar como nosotros, a incluirlos en nuestra orbita planetaria de proceder y pensamiento a las malas, tragándonos todo lo que nos muestran como verdadero.

El pozo séptico del entendimiento está saturado, la basura e inmundicia pútrida que los medios de comunicación nos han metido hasta el hartazgo ya está hasta el tope, ya que a diario somos bombardeados con información inconsistente, artículos falsos, información falsa y este es uno de los efectos secundarios negativos que la internet trajo al mundo post moderno, que sesgó y desdibujo la información, que le restó enorme importancia a lo veraz ya que internet está inundada de información no sustentada, de basura, de diarrea cognitiva, de materia pútrida y nociva lejos de cualquier carácter coherente y lógico, y los más incautos siempre se lo tragaran. Finalmente los invito a todos a que reflexionen, cuestionen todo y esto NO significa ser rebelde ni en contra de nada sino dudar de todo, estudiar todo a fondo antes de emitir un juicio de valor, de sospechar de algo que se nos “venda” como absoluto y verdadero, de COMPROBAR siempre todo aquello que a nuestro cerebro llegue, y aunque con todo respeto a mis lectores sé que no todos tendrán el entendimiento para comprender lo aquí expresado en este artículo, solo aquellos que si lo hayan captado finalmente entenderán que NADIE tiene la verdad en sus manos, que no siempre nos dirán la verdad, que nada es lo que parece y que es propio de seres inteligentes no juzgar sin antes comprender todos los hechos, todas las perspectivas, de divisar en lo posible todo el panorama.

Alguien alguna vez dijo “el conocimiento es poder”, y otro dijo “el conocimiento os hará libres”, deberíamos hacerles caso a este par.

--- Coronel Sarcasmo